lunes, 9 de agosto de 2010

El Chupacabras

Durante sus años de apogeo en su accionar, en la provincia de Malleco se anotaron 18 casos, muy publicitados por la prensa y televisión, y otros, qué duda cabe, no fueron dados a conocer por los campesinos afectados. Pero tengo una duda: Los señores periodistas y reporteros se titularon “expertos” por si solos, he incluso ocultaron hechos de la causa para darle mayor espectacularidad a los ataques: si los afectados decían que vieron perros actuando, ellos lo callaban. Si era zorro u otro animal silvestre usaba el mismo predicamento. Los negocios son los negocios. He de afirmar que hubo casos ciertos e incluso el animal “alado” fue avistado y gracias a la divina providencia, fui uno de ellos. Creo no más. Una noche, un extraño animal alado se posó en una alta luminaria, ubicada en el patio externo del Centro de Detención Preventiva, de Gendarmería de Chile en construcción – cárcel. Y ocasionalmente fue visto por un Guardia de Seguridad a menos de 30 metros, claramente. El pájaro emitió una especie de graznido y el funcionario se defecó, paralogizado. El animal se dejó caer sobre un montón de arenas, dio un golpe con sus patas y se elevó pasando por sobre una muralla a 8 metros del testigo. Fue descrito como grande, de 70 cm. Y 40 kg. De peso y negro u oscuro y silencioso. No bien transcurrió una semana y yo con unas diez personas efectuaba vigilia en el lugar de Butaco y alrededor de las 22:30 horas, tuve la oportunidad de ver, a unos 40 metros de altura, un animal volador de gran envergadura, alas extendidas de unos 3 metros que no abatía, completo silencio, distinguí una cabeza ancha, redonda y no tenia cola. Las alas formaban un arco perfecto, terminadas en puntas muy agudas. El sitio de este avistamiento no dista más de un kilómetro de la cárcel donde se le había visto. Se desplazo de este a oeste, en línea recta hacia la Cordillera de Nahuelbuta. No dio tiempo de grabarlo. Su último ataque por estos lados fue a 6 cerdos medianos, a los cuales un veterinario les constató dos agujeros al final de la garganta, no tenían ya sangre, su carne estaba como cocida. Típica característica de ataques de éste enigmático y goloso animal.


Finalizo indicando que hay antecedentes de que una prestigiosa institucional nacional, tiene registros de todos los ataques, y solo dará a conocerlos cuando el extraño ser sanguinario sea casado. No nos queda más que esperar, para salir de la incógnita. A pesar de que ya hace varios años que éste depredador ha disminuido su presencia, salvo en la zona norte.

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